¿Cómo elegir el estor perfecto?

Jugando con el color, el tejido e incluso las medidas, darás estilo a la decoración de tu casa mientras proteges tus muebles y objetos más queridos. Pero antes de nada, vamos a aclarar unos conceptos básicos:

Los estores enrollables son cortinas que se enrollan en vertical alrededor de un tubo, y son el complemento perfecto para regular la entrada de luz y conseguir intimidad. Son una gran solución para la mayoría de las ventanas, y además, bloquean el paso de rayos solares dañinos y ofrecen aislamiento térmico.

Consisten en un tejido fijado a un tubo, en cuyos extremos se ubican los mecanismos con la cadena de mando que, a su vez, están anclados a los soportes. El diámetro del tubo viene definido por el ancho y el largo del estor, y suele ser de 17 (pequeños y minis), 25 y 28 (estándar) o 43 mm (grandes dimensiones). Mientras que la cadena, para estores de hasta 2,5 metros de largura, tiene una caída de 1 metro para cumplir con la normativa de seguridad infantil europea

El estor opaco no deja pasar la luz, siendo un gran sustituto de las persianas y contraventanas. Es ideal para dormitorios, salas multimedia, … y es el que mejor aislamiento térmico ofrece. El tejido consiste en una tela con un recubrimiento trasero que lo hace totalmente opaco, y lo encontrarás en liso o con textura en múltiples colores.

Mientras que los estores translúcidos, además de vestir la casa, regulan la entrada de luz sin bloquearla, aislando y aportando intimidad a la estancia. Es importante tener en cuenta que, a mayor luminosidad, menos intimidad nos ofrecerá el estor. Si es ése el caso, elegiremos tejidos poco tupidos y ligeros. Y si queremos una mayor intimidad, tejidos más densos. En todos ellos podemos jugar con el tejido para crear texturas, dibujos y motivos, por lo que ¡las opciones son infinitas!

Dentro de los estores translúcidos también encontramos los screen, un tejido que gracias a su técnica de confección tiene poro que determina un mayor o menor grado de apertura, expresado en porcentajes, siendo el 1% el valor más bajo, con una apertura mínima y el 10%, el grado de apertura máxima. A través de ellos verás aquello que está bajo el foco de luz más intenso, es decir, durante el día el exterior de tu vivienda, y por la noche, a la inversa.

Los estores y paneles japoneses suelen fabricarse con tejidos 100% poliéster. Dentro de este campo existen multitud de opciones, técnicas de tejido, que nosotros aprovechamos para ofrecerte la mayor variedad de texturas, estampados, screens,…

Todos nuestros tejidos son libres de PVC (excepto el modelo Screen Básico) y cuidamos hasta el último detalle de su producción para que sean respetuosos con tu salud. Por eso la mayoría de nuestros tejidos están fabricados bajo la certificación Oeko-Tex Standard 100.

Además, los podrás limpiar con un simple paño húmedo, que te ayudará a mantenerlos como el primer día.

El estor por su función y diseño encaja en cualquier tipo de hogar.

Cuando en casa tenemos pocos metros, el estor al ser compacto e ir junto a la ventana, ocupa muy poco espacio y se convierte en la solución ideal. Si además eliges tonos claros o similares a la pared, al coordinarlo y permitir una mayor entrada de luz, tu estancia parecerá mayor. Así mismo, te recomendamos diseños lisos o con motivos discretos para disfrutar de esa sensación de amplitud.

Y cuando el tamaño no es un problema, si quieres puedes apostar por diseños más arriesgados, como un estampado. Si esta es tu elección, te aconsejamos que elijas diseños atemporales con líneas, ramas, hojas, flores sencillas… ¡y da un nuevo aire a la casa! Y si lo tuyo son los grandes ventanales, prueba con paneles japoneses y conseguirás un gran efecto visual y decorativo.

¿Es simple o doble? ¿tiene nicho? En todos los casos es muy fácil acertar y sencillo de instalar.

Lo más habitual son las ventanas simples, dobles y oscilobatientes. Aquí podemos poner lo que queramos, pero para un resultado más homogéneo recomendamos poner un único estor que cubra por completo el ancho de la ventana, fijándolo al techo o pared. Si además, sobresale un poco por los lados, conseguirás tapar por completo la ventana y el efecto visual será más espectacular.

Y si tu ventana tiene nicho, aquí tienes una opción adicional. Si tienes suficiente espacio entre la ventana y el techo del nicho, lo que mejor queda es instalar el estor dentro del mismo, fijándolo al techo o a la pared. Para ello seguramente tengas que adaptar el ancho del estor, pero con esta opción, conseguirás una solución integrada que apenas dejará a la vista el mecanismo o la cadena. Resumiendo, un resultado de 10. Todo esto lo podrás hacer por ti mismo o, en nuestro caso, acudiendo a las tiendas Leroy Merlin, donde tienes a tu disposición un servicio de adaptación para nuestros estores Ansar Deco.

En cuanto a la largura de los estores, al ocupar éstos tan poco espacio no es necesario cortarlos. Es más, puedes jugar con este plus de largura y ubicando el estor desde el techo, conseguir que tu habitación gane visualmente en altura.

También podemos disfrutar de los estores en grandes cristaleras o ventanales. Para evitar una visión muy fragmentada o saturada de mecanismos, te proponemos el uso de uniones que además, te permitirán regular cómodamente la altura de todos los estores con una sola cadena (diámetro 25 ó diámetro 28).

Y si quieres un extra de confort, siempre tienes la posibilidad de motorizar tus estores, y así podrás subir y bajarlos desde la comodidad de tu sofá.

Otra opción ideal para los grandes ventanales son los paneles japoneses. De gran largura, son unas cortinas verticales ligeramente superpuestas que se mueven a lo largo de un riel horizontal de forma sencilla y silenciosa. Además, nos pueden también servir para separar espacios y crear distintos ambientes en una misma estancia.

Y eso sería todo, ya sólo nos quedaría instalar el estor. Pero te preguntarás, ¿cómo? Muy fácil, en este tutorial te explicamos paso a paso cómo hacerlo.

Resumiendo, estudia bien el espacio donde piensas instalar tu estor, mide el ancho y si hay algún obstáculo, mira cuál es el accesorio que mejor encaja. Una vez lo tienes claro, decide si quieres bloquear o regular la entrada de luz (opaco o translúcido). Si te decantas por un opaco, ya solo te queda elegir el diseño: lisos o con textura. Y si es un translucido, piensa cuánta luminosidad/intimidad quieres para ver cuál es el tejido que mejor te encaja y ¡a por el diseño! Aquí entran en juego el tamaño de la habitación, los colores, el motivo, … arriba tienes nuestros consejos pero, tranquilo, no hay nada escrito. Así que simplemente, sé tu mismo y crea tu hogar.